En el cielo estrellado,
danzan sueños dorados.
La luna, como faro,
alumbra nuestro lado.
En el cielo estrellado,
danzan sueños dorados.
La luna, como faro,
alumbra nuestro lado.
El odio es un veneno que corroe,
un dolor que hiere y que destruye,
es una llama que consume y que agota,
y que nos deja vacíos y sin vida.
El odio nos ciega y nos confunde,
nos aleja de lo que es bueno y justo,
nos hace ver enemigos donde hay amigos,
y nos sumerge en un mundo de tinieblas.
El odio es una enfermedad del alma,
que nos carcome y nos desgarra,
que nos hace sufrir y sufrir a otros,
y que nos lleva a lugares oscuros y solitarios.
Pero si logramos vencer el odio,
si encontramos el camino del amor,
podemos sanar nuestras heridas,
y volver a encontrar la luz y la esperanza.
Así que dejemos atrás el odio,
y abracemos la paz y el perdón,
porque sólo así podremos vivir en armonía,
y encontrar la felicidad que anhelamos.