Las penas de la vida

Las penas de la vida nos hacen sufrir,
nos hacen sentir que no hay salida,
como si el dolor no tuviera fin,
y nos dejara sin esperanza y sin vida.
Las penas nos sacuden hasta el alma,
nos dejan exhaustos y abatidos,
y aunque tratemos de evitarlas,
siempre están al acecho, escondidas.
La pérdida de un ser querido,
una traición inesperada,
una enfermedad que nos consume,
o una situación desolada.
Las penas pueden ser un tormento,
que nos quitan la paz y la calma,
nos llenan de angustia y desaliento,
y nos hacen sentir solos en la cama.
Pero las penas también nos enseñan,
nos hacen crecer y madurar,
nos muestran que somos más fuertes de lo que pensamos,
y que podemos superar cualquier adversidad.
Así que no te rindas ante las penas,
lucha con fuerza y valentía,
porque aunque la vida nos ponga pruebas duras,
la esperanza y el amor siempre estarán presentes en el día.

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