La rosa, en su belleza y su fragancia,
se erige como reina del jardín,
y allí, en medio de tanta elegancia,
seduce a todo aquel que la observa en su confín.
Mas no es ella quien hace el jardín,
sino cada flor que a su lado nace,
cada planta que allí encuentra su fin,
y cada hoja que al viento se deshace.
Y así, en su belleza y su humildad,
la rosa se convierte en un símbolo,
de todo lo que en el jardín hay.
Y al contemplar su forma y su color,
uno comprende que es un tesoro,
el jardín, la rosa, y todo su amor.
Las rosas amarillas mis favoritas, siempre son las reinas del jardín porque poseen una belleza exquisita.
Muchas Gracias por siempre comentar!!
nunca hay que olvidar que las rosas poseen espinas…
Muchas Gracias por siempre comentar!